Fijando el rumbo y adrizando vidas
"Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura" (Proverbios 4:1).
La palabra "padre" aparece 1,092 veces en la Biblia en un total de 945 versículos. Pero no por ello debemos, los que somos padres, sentirnos muy importantes o creer que estamos en una posición más alta que otros. No, al encontrar tantos versículos con esta palabra, más bien deberíamos entender que el Señor toma muy en serio el papel que en su soberanía y amor, estableció para nosotros, y nosotros en obediencia y amor, deberíamos buscar entender cabalmente dicho papel y vivir en Su diseño.
Por ejemplo, en el libro de Proverbios, encontramos varios consejos para los hijos en los que figura la palabra "padre". Pero haríamos bien en considerar el otro lado de la moneda: si se insta a los hijos a escuchar el consejo, a seguir el ejemplo de su padre para ser honra de él, la exigencia es en ambos lados necesariamente, pues el padre debe dar ese consejo y ejemplo hablando y viviendo tal y como Dios lo ha mandado; y entonces habrá un consejo sabio que escuchar y una vida ejemplar que imitar. Con todo, debemos tener claro que honrar a nuestros padres no es opcional, es un mandamiento de nuestro Señor (cf. Éxodo 20:12; Efesios 6:2-3).
No se trata de perfección sino de dirección. Los padres fijan el rumbo con sus vidas, con su ejemplo, y adrizan la de sus hijos con su amor y sus enseñanzas, siempre y cuando sus vidas, amor y enseñanzas, estén fincadas en la Palabra de Dios (cf. Deuteronomio 6:1-9; Efesios 6:1-4).
Honremos y demos gloria a nuestro Padre celestial; honremos a nuestros padres y seamos los padres que el Padre desea.
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